Las cortinas de aire para cámaras frigoríficas reducen el desperdicio

Lo primero que debemos aclarar antes de entrar en más detalles es explicar qué es una cortina de aire. Básicamente son sistemas de ventilación que crean una barrera para que no se pierda el calor o el frío dentro de un espacio. Una de sus aplicaciones es en las cámaras de frío, pero no la única, también por ejemplo pueden usarse a nivel industrial o en tiendas.

Las cortinas de aire son una solución para las empresas de alimentación. Las gamas PAEC y PAECS de Frico pueden cubrir alturas de hasta 6 metros para garantizar que no se rompa la cadena de frío gracias a la barrera de aire que se crea entre distintas zonas de temperatura. La regulación progresiva hace que se pueda tener más precisión a la hora de ajustar.

Estas gamas de cortinas de aire, usadas para garantizar que no se rompa la cadena del frío, están equipadas con motores EC. Esto quiere decir que cumplan su función con el mínimo gasto de energía, en algunos casos llegando a un ahorro energético del 85%. Además, son cortinas de aire silenciosas, ya que usan la tecnología Thermozone para generar una barrera invisible para separar distintas temperaturas, algo que también contribuye a un mayor ahorro energético.

Cuando se abre la puerta de una cámara de refrigeración y no tiene cortina de aire el aire de la zona exterior, que normalmente es más caliente, entra en la zona superior de la cámara. Lo que a su vez hace que el frío salga por la parte baja de la puerta.

Este suceso se puede evitar con la cortina de aire, que se coloca en la parte superior de la puerta desde donde emite un chorro de aire que genera esa barrera invisible de la que hablamos en párrafos anteriores. Así, cuando se abra la puerta y el aire caliente intente entrar y el frio salir, la barrera impedirá esa circulación de aire que es perjudicial para los productos almacenados en la cámara.

En algunas cámaras se utilizan sistemas de lamas de plástico en lugar de la cortina de aire. Sin embargo, los resultados no son iguales, tanto a nivel de consumo de energía como de pérdida de producto.